JUEVES

Nobles mios... futuros súbditos... Preparáos

Heme aquí nuevamente

Ayer había partido a recorrer nuevas tierras,
hoy, hoy he vuelto a vosotros.
He desenvainado y blandido mi espada contra fantasmas provenientes de mi interior. Triunfante regreso el mio. Más sabio, más inteligente, más capaz.
Herido... profundamente herido también.
Pero os diré una cosa, feliz me encuentro.
En lugar primero, porque me animo a entregadle alma, corazón y vida a una bella dama, la de mis sueños, la que siempre extrañaré. Más allá de que no tiene interés en recibir mi tesoro, me siento feliz de poder ofreced tales valores.
En lugar segundo, vosotros nobles mios, mis fieles. Me reciben de brazos y corazones abiertos incondicionalmente. Todos dispuestos a ayudarme a sanar. Os doy mis mil gracias y bendiciones.


Que la paz y la luz os acompañe.
Saludos.