En su andar taciturno
traza infinitos ecos silenciosos,
con cuerpo, alma y nombre,
que se le escapan por la mirada.
Si pudiese atravesar el tiempo...
Si lograse alcanzar aquel nombre...
Seguramente, el eterno retorno
sería un poco menos retorno
y un poco más eterno.
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1 comentario:
A veces no es tan fácil llegar a transportar al lector a mundos imaginarios o conseguir que éste sienta lo que se pretende.
He de decir que éste escrito en especial es de los que más me ha gustado leer.
Un saludo de Vamp.
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