"Ama a quien te ama"... frase muy chota y despreciable, pensaba el Sr. Leugan. Él cree que eso le coarta la libertad de elegir. Siempre quiere elegir. Incluso cuando no hay opciones.
El destino que le marcaba Ángel, el vidente del barrio, tampoco era lo mejor. De hecho, a Leugan no le gustaba ni un poco lo que Ängel le decía cada vez que lo visitaba.
Le gustaba comparar al vidente con el color Gris... era el color que más se le parecía.
"Lo peor... es que por más gris que me parezca, hasta ahora no se equivocó nunca", y resongaba, le gusta resongar al Sr. Leugan.
Me dijo, sin embargo, que es muy conciente de que es gris... es gris, no es negro.
Quizá esa es la razón por la que puede mantener una sonrisa mientras observa la noche a través de la ventana del tren que lo lleva de regreso a casa.
sábado, abril 28, 2012
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