Hoy alguien me dijo que me quedé en el tiempo.
Evidentemente tiene razón.
No tengo nociones ni de los tiempos, ni de las aceleraciones, ni de frenos, ni de velocidades máximas o mínimas.
Yo ando, a mi ritmo... pero no dejo de andar.
Está abierta la posibilidad de de acoplarme a quién también ande y le guste mi andar. Está abierta la posibilidad de que alguien se acople a mí. Y siempre está la ansiada posibilidad de acoplarnos mutuamente.
jueves, septiembre 13, 2012
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1 comentario:
Cómo te extraño hijo..
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