BALDES DE ARENA

Son casi las 8 am...
Hace frío y lo siento en el cuerpo, pero no me molesta.
Estoy desgastado, son cerca de las 8, pero no tengo ganas de acostarme a dormir, 1 hora mas y llegaría a las 24 horas despierto. Pero no tengo sueño, tampoco tengo hambre a pesar de haberme alimentado mal y poco durante el día y la noche. No tengo nada.
Solo tengo la certeza de que voy a soñar si me duermo... es algo que no quiero hacer en este momento.
Ojala pudiera elegir los sueños antes de acostarme, ojala pudiera olvidarlos al despertar. De día solo me hacen sufrir, son la huella de la desesperación.

Me lo dijo una amiga, tenes una obvia debilidad. Lamentablemente es así. Esa debilidad es la misma que puede generarme fortalezas antes desconocidas para mi ser.
En este momento tengo cosas que hace bastante tiempo deseaba tener, pero no les puedo sentir el sabor. O se los siento por periodos cortos, muchas veces mas cortos de lo que quisiera.
Es estar cambiando entre dulce y agrio, o quedarme en un invariable insípido agridulce. Elegiría la primera de las dos si supiera que el dulce me pega mas fuerte. Oh problema, no es así.
Estoy hecho una especie de zombie, mantener la cabeza en blanco me consume.

Recorriendo mis imágenes vi esta.
Quiero despertar acompañado y que me digan que todo lo que no quiero fue una mentira del juego de la vida.


A una señorita le dije:
Yo creo que el tiempo se lo hace cada uno.

El problema se presenta cuando nos damos cuenta de que nos faltan unos cuantos baldes de arena.



Bonne chance.
Au revoir.