lunes, agosto 13, 2012

DE TÚNELES

Me niego a tomar la vida como un túnel, si así fuera, vivir no tendría valor...
nunca seríamos nosotros, siempre seríamos túnel. Seríamos su cemento, su metal, su humedad, su calor y su frío... su amplitud, su extensión.
Un túnel es tan poco emocionante... un túnel es tan deprimente.

Me gusta pensar en la responsabilidad de recorrer un entramado tunelesco...
con sus sombras, sus luces...
sus silencios, sus ruidos...
quizá con infinidad de pasadizos secretos.
puertas falsas, aguas cristalinas, charcos sucios...



Al contrario de lo que Juan Pablo piensa sobre túneles... creo que túnel no hay sino luego de hacerlo.
Siempre teniendo en cuenta de que no se puede construir en una libertad absoluta, pero si dentro de una libertad parcial.

No hay comentarios.: